Un estudio publicado recientemente sobre el cannabidiol (CBD) sugiere que este compuesto derivado del cannabis, muy popular en todo el mundo, podría convertirse en una forma eficaz de tratar infecciones vaginales comunes.

La investigación se centró en la Gardnerella vaginalis, un tipo de bacteria que vive de forma natural en la vagina pero que puede causar infecciones cuando se altera su equilibrio con otros microorganismos. En las pruebas de laboratorio, el CBD mostró fuertes efectos antibacterianos y antioxidantes. Fue capaz de debilitar la Gardnerella vaginalis y romper las comunidades bacterianas conocidas como biopelículas, que a menudo dificultan el tratamiento de las infecciones.

En un nuevo artículo se afirma: «Nuestro estudio demuestra que el CBD presenta actividad tanto antibacteriana como antibiopelícula contra aislados clínicos de Gardnerella vaginalis, lo que lo convierte en un potencial agente terapéutico para las enfermedades vaginales causadas por esta bacteria».

El trabajo se ha publicado este mes en un número especial de la revista Antibiotics, dedicado a la «Actividad antimicrobiana y antibiopelícula de compuestos naturales». Su autor es un equipo de cuatro personas de la Universidad Hebrea y del Centro Médico Universitario Hadassah-Hebrew.

«Es importante destacar que el CBD no sólo previene la formación de biopelículas de Gardnerella vaginalis, sino que también reduce la actividad metabólica y la biomasa de biopelículas maduras preformadas», escribieron los autores. «Esta doble acción -prevenir la formación de biopelículas y atacar las biopelículas maduras existentes- cumple un requisito clave para el éxito del tratamiento de las enfermedades vaginales bacterianas».

«Con sus propiedades antibacterianas y antibiofilm, el CBD es capaz de combatir la Gardnerella vaginalis, un patógeno oportunista Gram-variable asociado a la vaginosis bacteriana».

El documento señala que la Gardnerella vaginalis no es la única bacteria que puede causar infecciones vaginales, pero entre las 30 especies analizadas, resultó ser «la más común y virulenta.»

El equipo de investigación afirmó que su estudio parece ser el primero en investigar los efectos del CBD sobre las bacterias.

Aunque los resultados son prometedores, el equipo también señaló una limitación clave: el estudio se realizó in vitro, lo que significa que examinó los efectos del CBD sobre las bacterias en una placa de Petri, no dentro de un organismo vivo.

El artículo subraya que «las investigaciones futuras deberían centrarse en evaluar la eficacia in vivo del CBD en el tratamiento de la vaginosis bacteriana y evaluar cualquier toxicidad potencial en modelos animales antes de pasar a futuros ensayos clínicos en humanos».

Este nuevo estudio se suma al creciente conjunto de pruebas que sugieren que los cannabinoides tienen fuertes propiedades antibacterianas.

Por ejemplo, una revisión publicada el año pasado descubrió que el aceite de cannabis puede ayudar a favorecer la cicatrización de heridas cutáneas. Aunque todavía es necesario mejorar las fórmulas de los productos, el estudio concluye que el aceite de cannabis ofrece «beneficios terapéuticos muy prometedores.»

El informe -del que son autores investigadores de universidades de la India y Tailandia- se centraba en cómo el aceite de cannabis puede reducir las llamadas especies reactivas del oxígeno (ERO) durante el proceso de cicatrización de heridas. En él se explicaba que las ERO «desempeñan un papel fundamental en la cicatrización de heridas al causar daños celulares y tisulares».

«Además, las propiedades antibacterianas y analgésicas del cannabis ayudan a reducir la carga microbiana y a minimizar las complicaciones asociadas a las heridas crónicas», escribían los autores, »mejorando así el resultado general de la cicatrización de heridas.»

Hace unos meses, otra revisión afirmaba que «la compleja interacción entre los fitocannabinoides y los sistemas biológicos ofrece esperanzas de nuevos enfoques terapéuticos», sentando las bases de una era innovadora en la medicina basada en el cannabis.

La revisión destacaba específicamente el fuerte potencial antibacteriano de cannabinoides como el CBD y el CBN, señalando que «sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias los convierten en valiosos candidatos para combatir la resistencia a los antibióticos y modular las vías inflamatorias.»