Los riñones, como órganos metabólicos esenciales, desempeñan un papel clave en la filtración de la sangre, la eliminación de desechos, la regulación del equilibrio hídrico y electrolítico, y las funciones endocrinas. Sin embargo, con la edad o debido a enfermedades crónicas, los riñones son propensos al daño por estrés oxidativo, al aumento de la inflamación y al deterioro de la función mitocondrial, lo que puede conducir a un deterioro de la función renal.


1. Reducción del estrés oxidativo y del daño inflamatorio en los riñones

Los riñones, como órganos altamente metabólicos, producen grandes cantidades de especies reactivas de oxígeno (ROS), lo que provoca estrés oxidativo. La NMN, al convertirse en NAD+, activa SIRT1 y SIRT3, aumentando la actividad de enzimas antioxidantes como la superóxido dismutasa (SOD) y la glutatión peroxidasa (GPx). Esto elimina el exceso de ROS y reduce productos de peroxidación lipídica como el malondialdehído (MDA), que dañan las células epiteliales tubulares.

Al mismo tiempo, SIRT1 inhibe la vía de señalización NF-κB, reduciendo la liberación de citocinas inflamatorias como TNF-α e IL-6. Esto disminuye la inflamación renal crónica y preserva la integridad estructural de glomérulos y túbulos. Estudios en animales muestran que la suplementación con NMN en modelos de nefropatía diabética reduce los marcadores inflamatorios renales en un 30–40 % y alivia significativamente la glomeruloesclerosis.


2. Mejora de la función mitocondrial y el metabolismo energético renal

El funcionamiento normal de las células renales —especialmente las células epiteliales tubulares— depende de un suministro continuo de energía por parte de las mitocondrias. Con la edad o en estados patológicos, la función mitocondrial en los riñones disminuye, lo que provoca un suministro energético deficiente y una menor capacidad de reparación celular. La NMN promueve la biogénesis mitocondrial al aumentar la expresión del factor de transcripción mitocondrial A (TFAM), aumentando la cantidad de mitocondrias y mejorando la eficiencia de la cadena respiratoria, lo que incrementa la producción de ATP.

Además, la NMN activa la proteína quinasa activada por AMP (AMPK), regula la percepción energética celular, favorece la oxidación de ácidos grasos y reduce la acumulación de lípidos en las células renales, mejorando la eficiencia metabólica. Estudios han demostrado que la suplementación con NMN en ratas envejecidas aumenta la producción mitocondrial de ATP en el tejido renal en un 20–25 % y mejora significativamente el suministro energético a las células epiteliales tubulares.


3. Retrasar el envejecimiento renal y la progresión de la fibrosis

La fibrosis renal es una característica patológica común en la progresión de la enfermedad renal crónica (ERC), asociada a la activación de fibroblastos intersticiales y al exceso de depósito de colágeno. La NMN ayuda a retrasar la fibrosis intersticial renal al activar SIRT1, que inhibe la vía de señalización TGF-β1, reduce la transición de fibroblastos a miofibroblastos y disminuye la síntesis de colágeno y fibronectina.

Además, la NMN mejora la actividad de la autofagia en las células renales, elimina las células senescentes y los orgánulos dañados, y reduce los efectos nocivos del fenotipo secretor asociado a la senescencia (SASP) en el microambiente renal. En modelos murinos de fibrosis renal inducida por obstrucción ureteral unilateral, la suplementación con NMN redujo el área de fibrosis renal en un 25–30 % y mejoró significativamente los marcadores de función renal como la creatinina sérica y la urea en sangre.


4. Protección de los vasos renales y la hemodinámica

Los riñones cuentan con un abundante flujo sanguíneo, y una función endotelial saludable es clave para mantener la perfusión renal. Al aumentar los niveles de NAD⁺, la NMN mejora la función endotelial, favorece la producción de óxido nítrico (NO), dilata los vasos renales y aumenta tanto el flujo sanguíneo renal como la tasa de filtración glomerular (TFG).

Además, la NMN reduce el estrés oxidativo y las respuestas inflamatorias en los vasos renales, protege la estructura de la pared vascular y reduce el impacto de la aterosclerosis en el flujo sanguíneo renal. En modelos de nefropatía hipertensiva, la suplementación con NMN redujo la resistencia vascular renal en un 15–20 % y ayudó a mantener la TFG en niveles estables.


5. Investigación relacionada

En marzo de 2021, un equipo de investigadores descubrió que la NMN inhibe significativamente el daño en el ADN, la senescencia celular y la inflamación en las células tubulares renales, mostrando un gran potencial para prevenir o tratar la fibrosis tras una lesión renal aguda.